Según información publicada por
la revista América Economía, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo este
miércoles en una entrevista con radios del estado de Bahía, que ve "la luz
al final del túnel" al analizar el estado de la economía de su país.
La presidenta admitió que es un
momento difícil, pero hizo hincapié en que las medidas adoptadas por el
gobierno han comenzado a mostrar resultados, citando la tendencia a la baja de
la inflación y el superávit comercial en septiembre.
"En primer lugar, es
evidente que hubo un reajuste en el tipo de cambio brasileño. Muchas personas
se han visto afectadas debido a que los
productos externos serán más caros. Pero por otro lado, nuestros productos en
el mercado externo están siendo más competitivos. Esto explica porque en
septiembre, tuvimos un superávit comercial de 10 mil millones de reales",
apuntó. "Además, estamos haciendo
un inmenso esfuerzo para reducir la tasa de inflación”.
En su segundo mandato, Rousseff
impulsó un duro ajuste fiscal para reequilibrar las cuentas públicas, en un
marco de fuerte recesión económica y tendencias inflacionarias, lo que
dificulta la recuperación económica de Brasil. Para 2015, analistas económicos estiman una caída de 2.8% del Producto Interno Bruto (PIB) y un aumento en la
tasa de desempleo.
La compleja situación económica
provocó una caída de la popularidad de la mandataria, lo que promueve las pretensiones
de la oposición para proponer un juicio político para que Rousseff deje el
cargo antes del fin del mandato, el cual termina a finales de 2018.
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